Desarrollo

Durante los primeros meses de vida tu bebé va a experimentar unos cambios increíbles y grandes aprendizajes, te ofrecemos unas guías de su desarrollo mes a mes, aunque no lo olvides, cada bebé es único y sigue su propio ritmo de aprendizaje.

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Desarrollo de tu bebé mes a mes: las primeras etapas de la infancia

bebe se pone de pie apoyado a un mueble

La llegada de un nuevo bebé es un acontecimiento único que cambia la vida de la familia, es importante tratar de garantizarle un entorno en el que se sienta seguro para que sea capaz de crecer y desarrollarse en tres áreas principalmente:

• Desarrollo psicomotor y social
• Desarrollo de las habilidades orales y de alimentación
• Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Introducción

Al principio puede que os encontréis un poco perdidos y cansados, ya que cuando tu bebé nace aún no distingue entre el día y la noche, por lo que, aunque se pase la mayor parte del tiempo durmiendo, en cualquier momento puede despertar y llorar para llamar vuestra atención. Dentro de lo que sea posible y tu bebé te permita, es importante que prestéis atención también a vuestro propio descanso, ya que es importante para que podáis tener fuerzas para el cuidado y atención de vuestro bebé.

Los primeros mil días de un bebé, en los que se incluyen el periodo de gestación, son cruciales para su desarrollo y determinarán, en gran parte, su salud en el futuro.

Los bebés son muy sensibles a los cambios en el entorno por lo que los progenitores sois los que tendréis que asegurar que el bebé se encuentre en un entorno óptimo que le garantice un desarrollo y crecimiento adecuados. Es importante tratar de garantizarle un espacio en el que se sienta seguro para que sea capaz de crecer y desarrollarse, así como aportarle los alimentos y atenciones necesarias adaptadas a cada momento.

Las tres áreas más importantes del desarrollo del bebé son las siguientes:

  • Desarrollo psicomotor y social
  • Desarrollo de las habilidades orales y de alimentación
  • Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Cada bebé es único y diferente y, por tanto, también lo será su crecimiento y desarrollo. Es por ello que, es importante no compararlo con otros bebés. El pediatra será quien realice el seguimiento y os aconseje e indique las pautas que debéis seguir sobre el desarrollo de vuestro bebé.

El desarrollo de tu bebé es un viaje lleno de momentos emocionantes, como sus primeras risas, palabras o sus primeros pasos. En esta guía se van a mencionar los principales cambios que experimentará tu bebé a medida que va creciendo.

Desde el nacimiento hasta los 6 meses

Los primeros meses de tu bebé suponen un período de adaptación de su cuerpo al ambiente exterior. Se trata de una época de muchos cambios en la que el crecimiento de tu bebé es muy rápido. Por lo general, los bebés al nacer pierden peso, pero lo suelen recuperar en las dos primeras semanas. Durante los tres primeros meses tu bebé ganará casi un kilo y crecerá en torno a 3-4 centímetros al mes. A partir del cuarto mes, aumenta aproximadamente 500 gramos de peso y dos centímetros de altura mensualmente. Para evaluar el crecimiento de los niños, los pediatras emplean los percentiles, que son las referencias de los valores medios del crecimiento según la edad, sexo y país.

Desarrollo de las habilidades orales y de alimentación

Tu bebé ha estado durante nueves largos meses en el interior del vientre de la madre por lo que debe de adaptarse a todos los estímulos nuevos que recibe, así como de luchar contra los patógenos, virus y bacterias que le rodean. Antes se encontraba protegido por la madre y su sistema inmune, pero ahora debe de desarrollar el suyo propio, ya que en el momento del nacimiento su sistema inmune no es lo suficientemente fuerte como para protegerle de las infecciones. Una de las maneras más sencillas para ayudar a tu bebé con el desarrollo de su sistema inmune es a través de la lactancia materna, ya que la leche materna no solo aportan todos los nutrientes que necesita tu bebé para su crecimiento y desarrollo, sino que además aporta componentes bioactivos y anticuerpos que ayudarán a reforzar su sistema inmune. Se recomienda que el periodo de lactancia materna se alargue hasta los seis meses en los que cubre todas las necesidades de tu bebé y permite su crecimiento y desarrollo. Mientras se mantiene la lactancia materna exclusiva no se requiere un aporte de otros líquidos como agua. Es importante saber que durante el primer mes tu bebé tiene reflejos fuertes de búsqueda de succión, lo que facilita la lactancia. Realizan también un movimiento con la lengua cuando están lactando. A partir del segundo mes van acercando sus manitas hacia el pecho o biberón mientras comen. Los recién nacidos deben de tomar el pecho a demanda y no se les debe de establecer un horario de tomas fijo. Cada día se pueden realizar con una frecuencia distinta, aunque es recomendable que el número de tomas sea de entre 8 y 12 durante los primeros días sin pasar cuatro horas de diferencia entre ellas. La posición para dar el pecho es importante para garantizar una succión eficaz y evitar además consecuencias como dolor o agrietamiento en los pezones o que tu bebé no se alimente adecuadamente o regurgite. Cuando tu bebé se va acercando a los 6 meses empieza a mostrar signos que van indicando que está preparado para la ingesta de otros alimentos diferentes a la leche, como mantenerse erguidos y abrir la boca cuando se le ofrece comida. Además, se puede observar cómo, en ocasiones, realizan movimientos con la boca imitando el movimiento de la masticación y son capaces de mantener la comida en la boca sin atragantarse. Es una época de exploración y aprendizaje durante la cual utilizan la lengua para explorar las formas y texturas de los alimentos y objetos. Otro signo de que comienzan a estar preparados para la introducción de nuevos alimentos es la aparición de los primeros dientes, algo que ocurre en muchas ocasiones antes de los seis meses y que puede llegar a dificultar el momento de amamantar.

Desarrollo psicomotor y social

El período neonatal abarca los primeros 28 días después del nacimiento y durante este período los movimientos de tu bebé se basan en actos reflejos, es decir, movimientos sobre los que no tienen control y que son respuesta a estímulos exteriores como la luz o el tacto. Un ejemplo de estos actos reflejos es el movimiento de succión, el cual favorece a la lactancia. Tienen, además, un fuerte reflejo de agarre. Con el paso del tiempo, tu bebé va a ir tomando control de sus propios movimientos y los realizará de manera voluntaria. Además, va a poder enfocar la vista a una distancia de 20- 30 centímetros y será capaz de mover todo el cuerpo, agitando brazos y piernas. En el segundo mes de vida, tu bebé mantiene el equilibrio de la cabeza con ayuda y desarrolla por completo el sentido del oído. Hasta los seis meses desarrolla poco a poco habilidades como mantener la cabeza estable sin ayuda, girar sobre sí mismo y mantenerse sentado cuando se apoya en alguna superficie. Además, cuando se encuentra boca abajo, va haciendo movimiento de gateo. Desde que nace, tu bebé despierta un gran interés por todo el nuevo mundo que le rodea y quiere saber qué ocurre a su alrededor. Aprende también a interactuar con los que se encuentran en su entorno. Poco a poco sus habilidades sociales se van desarrollando y comienza a reír y sonreír. Cuando come muestra emoción y cuando siente hambre o se siente incómodo, llora. Al oír voces mueve la cabeza hacia ellas y puede mantener un contacto visual con alguien que se encuentre a unos 20 centímetros de distancia.

Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Antes de poder decir sus primeras palabras, los bebés se comunican a través de lenguaje no verbal. En los primeros meses, tu bebé es capaz de producir sonidos con la garganta y se comunica a través del llanto. Cuando necesita comer o cuando se encuentra incómodo, como se ha mencionado, llora. Más adelante, va a reconocer vuestras voces y cuando escuche sonidos familiares, se va a guirar para escucharlos. Los bebés tratan de imitar sonidos, así como los movimientos que realiza la lengua de un adulto que les habla para tratar de producirlos

Desde los 6 a 12 meses

En este período tu bebé comienza a diferenciar entre el día y la noche, por lo que se establecen unos horarios más estables. Gracias a estos horarios, tu bebé comienza a explorar y a ganar mayor independencia.

Tu bebé va disminuyendo las horas de sueño, durmiendo la mayor parte durante las noches y con pequeñas siestas durante el día. Establecer rutinas y horarios es esencial no solo para tu bebé sino también para los padres y la organización familiar.

El crecimiento en esta época es más lento que con respecto a la etapa anterior. Tu bebé puede llegar a aumentar entre 350 y 450 gramos de peso y 1-1,5 centímetros la talla al mes. Aunque el crecimiento sea más lento, los avances en cuanto a movilidad son muy grandes.

Desarrollo de las habilidades orales y de alimentación

A partir de los seis meses el aporte nutricional de la leche deja de ser suficiente, por lo que se recomienda empezar con la alimentación complementaria. Es decir, la introducción paulatina de nuevos alimentos sólidos mientras se mantiene la lactancia en unos 500 ml diarios. El inicio de la alimentación complementaria debe ser progresivo y siempre pautado por el pediatra.

Este proceso suele ir acompañado de la salida de los primeros dientes. Tu bebé se puede mostrar muy molesto debido al dolor. Se recomineda ofrecer materiales duros o fríos para calmar dicho dolor. Algunos signos que os indicarán que los primeros dientes están comenzando a salir son problemas de sueño, rechazo de la comida, irritabilidad y una producción excesiva de saliva.

La introducción de nuevos alimentos se debe de hacer poco a poco y dejando siempre varios días de separación en la introducción de uno nuevo  para poder observar qué tolerancia tiene el bebé hacia éste.

Generalmente, se comienza por la introducción de cereales, verduras, carne y fruta, excepto los cereales con gluten, verduras de hoja verde, carnes grasas y frutas muy alergénicas.

La introducción de pescado, huevos, legumbres y lácteos se debe de realizar más tarde, en torno a un año de edad, ya que la digestión de estos alimentos es más compleja o hay un mayor riesgo de alergias. En el caso del huevo se puede introducir la yema antes del año de vida, siempre y cuando no existan antecedentes de alergias en la familia.

La introducción de los alimentos la debéis de realizar siempre en función de la tolerancia y el desarrollo de vuestro bebé y bajo las indicaciones del pediatra.

A partir de este momento se deben establecer unos horarios de comidas, así como unos hábitos alimentarios saludables. Vosotros debéis servir de ejemplo para estos hábitos, ya que son los que determinan en un futuro sus elecciones con respecto a la comida. Se debe de seguir una dieta sana y equilibrada, incluyendo una gran variedad de alimentos.

El sentido del gusto madura en esta época y comienzan sus preferencias hacia las comidas. Si rechazan un alimento determinado, se debe de volver a ofrecer de una manera diferente, más atractiva y en combinación con otros alimentos.

El entorno de las comidas debe de ser agradable y tranquilo, no deben de existir distracciones como juguetes o dibujos animados.

También se debe evitar la sobrealimentación, tu bebé debe de aprender a regular la sensación de saciedad y asociarla con dejar de comer. Una técnica que se puede emplear es la de la alimentación complementaria a demanda o “Baby Led Weaning”, que es una manera de alimentación autorregulada por el bebé en la que se le ofrecen alimentos enteros y no triturados, con trozos alargados para que el bebé los coma con sus manos y siendo él mismo quien regula su apetito.

Es, además, una manera de estimular y promover su desarrollo psicomotor del bebé ya que se pone en marcha el agarre de pinza y se trabaja la masticación.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que los bebés aún no disponen de todas las piezas dentales, por lo que los alimentos deben de estar lo suficientemente blandos como para que los puedan masticar con la lengua y el paladar.

Si optáis por ofrecerle purés, debéis de variar los colores y texturas para que sea una alimentación más atractiva y se acostumbre a nuevas sensaciones.

Desarrollo psicomotor y social

Como se ha mencionado, el crecimiento físico no es tan rápido como en el anterior período, pero los avances en cuanto a movilidad y habilidades motoras son notorias. Tu bebé va a ser capaz poco a poco de sentarse por sí mismo, de gatear y levantarse para ponerse de pie. Poco a poco va a caminar con algún apoyo y a mantenerse de pie para dar algunos pasos.

Va a imitar acciones y actividades que realicen los adultos de su entorno y va a desarrollar el agarre de pinza, el cual requiere mayor precisión, habilidad y destreza que los movimientos que ha ido realizando hasta ahora, ya que necesita la coordinación de músculos, huesos y nervios para realizar el movimiento.

El desarrollo social también sufre un gran avance. El tiempo que duerme es menor y comienza a tener un horario más estable, por lo que comienza a jugar y explorar con los juguetes. Debe aprender a no depender de la presencia de los padres constantemente, ya que pueden desarrollar lo que se denomina “ansiedad de separación”. Esto es un comportamiento que supone llantos desesperados al estar separados de su figura de apego, normalmente sus padres.

Además, tu bebé va a ser capaz de responder cuando se le llama y reconoce a seres queridos. Esto supone que también muestra cierta desconfianza hacia desconocidos y se siente inseguro con ellos.

Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Durante esta época continúa la comunicación mediante lenguaje no verbal para mostrar sus emociones. Va a tratar de decir sus primeras palabras, aunque solo balbucea y repite sílabas, continuando su imitación de sonidos. Comienza, también, a usar gestos para comunicarse y simbolizar objetos y muestra su interés por libros con dibujos y juguetes con sonidos.

Es capaz de comprender lo que le dicen y emite sonidos como respuesta. Es capaz de identificar las emociones del resto por el tono de voz, por lo que si estáis enfadados vuestro bebé lo va a identificar.

De los 12 meses en adelante

Este período está marcado por sus primeros pasos y palabras. Tu bebé tiene menos dependencia de los demás y mayor libertad. Siente gran interés por explorar todo su alrededor, al tener una gran curiosidad.

Es importante mantener unos buenos hábitos de sueño, vuestro bebé ya no va a dormir tanto, aunque un patrón de sueño similar al de los adultos, no lo va a adoptar hasta los cinco o seis años cuando debería dormir aproximadamente un total de 15 horas diarias.

El crecimiento es aún más lento que la etapa anterior. Se estima que puede crecer en torno a 12 centímetros en todo el año y aumentar dos o tres kilos su peso corporal.

Con el fin de dar sus primeros pasos, la musculatura de las piernas y los pies ganan fuerza y su figura se estiliza dejando atrás los característicos pliegues del cuerpo de un bebé.

Recuerda que cada bebé es único y que el crecimiento y el desarrollo en cada uno es distinto por lo que no se debe de comparar con ningún bebé y respetar su ritmo, aunque siempre estimulando su evolución.

Desarrollo de las habilidades orales y de alimentación

En este período, puede que ya se haya abandonado la lactancia totalmente o se continúe parcialmente a la vez que se siguen introduciendo alimentos sólidos siguiendo una dieta variada y equilibrada.

El modelo de alimentación familiar es esencial al condicionar su manera de alimentarse. Las comidas siempre se recomiendan que transcurran en un ambiente tranquilo y agradable, alejado de distracciones y pantallas. Además, se debe promover la autonomía del bebé dejando que intente comer el solo con la cuchara, pero ayudándole siempre que lo requiera. Tu bebé ya es capaz de masticar y digerir alimentos sólidos.

Debéis de ofrecer alimentos con diferentes colores y texturas. Es ahora cuando se afianza el gusto y sus preferencias, por lo que se debe promover el consumo de alimentos saludables mediante su incorporación de forma reiterada, progresiva y tratando de variar la forma en la que se ofrecen. Si un alimento determinado lo rechaza, prueba a ofrecérselo de una manera diferente y preparado de una manera más atractiva.

El crecimiento es más lento, por lo que el apetito disminuye y se debe tener cuidado para no caer en la sobrealimentación. Es importante favorecer la autorregulación de la ingesta en función del apetito y la saciedad de tu bebé.

En esta etapa se pueden incorporar ya derivados lácteos, legumbres, huevo y pescado. Pueden participar en los menús familiares haciendo pequeñas modificaciones en la consistencia del plato.

A estas alturas es muy probable que ya sea capaz de masticar y tragar alimentos sólidos y texturas variadas, beber del vaso y coger la cuchara el solo.

Desarrollo psicomotor y social

A partir de esta edad  hay un fortalecimiento de sus piernas, lo que le permite mantenerse de pie y dar sus primeros pasos.

Al comienzo gatea cuando tiene prisa o cuando tiene que subir escaleras ya que lo hace de forma más segura.

Pero más adelante, a medida que se vaya sintiendo más seguro, va a ser capaz de correr y trepar y subirse solo a las sillas.

El juego en este periodo es muy importante, ya que es una herramienta esencial para su estimulación. Cuando escucha música va a comenzar a bailar y puede dar patadas a un balón. Cuando tiene que recoger un objeto del suelo se pone de cuclillas para cogerlo y le gusta apilar objetos y derribarlos.

El agarre de pinza está muy desarrollado, permitiendo que coja los objetos de manera más precisa. Un ejemplo del uso del agarre de pinza es pasar las páginas de un libro. Al principio va a pasar muchas hojas a la vez, pero más adelante podrá pasar las páginas de una en una. Además, van a comenzar sus dotes artísticas y va a dibujar haciendo garabatos.

A la hora de vestirse va a colaborar, sabiendo dónde se encuentran las mangas. Las habilidades sociales también tienen un gran avance. Va a tratar de jugar con otros niños y a participar en juegos. Es muy curioso y quiere hacer todo por sí mismo. Imita y sigue el ejemplo de los padres y comienza a desarrollar el sentido de la empatía. Identifica las emociones de los demás y da palmadas u ofrece objetos como forma de consuelo. Además, cuando se siente asustado va a buscar a los padres.

Puede que el sentimiento de estar en vuestros brazos aumente, así como el sentimiento de apego hacia vosotros, dificultando vuestra separación en cualquier momento, especialmente a la hora de irse a dormir.

Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Es muy probable que tu bebé comience a decir sus primeras palabras. Antes repetía sonidos y sílabas y se comunicaba exclusivamente por gestos. Ahora va a ser capaz de comprender y seguir indicaciones de los adultos, decir palabras sueltas e incluso formular frases con dos o tres palabras.

Va a identificarse en fotos y espejos y puede decir su nombre, así como llamarse a sí mismo usando “yo” o “mío”.

Cuando se le pregunta por un objeto o por una parte del cuerpo sabe identificarla y la señala.

No va a ser hasta más adelante que formule frases más largas y complejas y usar pronombres para referirse a personas.

El desarrollo del lenguaje es un hecho que le permite controlar su comportamiento y desarrollar el conocimiento.

Referencias bibliográficas
  • GUÍA PRÁCTICA PARA PADRES. Desde el nacimiento hasta los 3 años, Asociación Española de Pediatría
  • Early Years Learning Framework Practice Based Resources – Developmental Milestones, Community Child Care Co-operative Ltd (NSW), Australian Government.
  • UNICEF. Etapas de Desarrollo de tu bebé. [Online] [Consultado 25.10.2022] Disponible en: Etapas de desarrollo de tu bebé: Consejos de paternidad | UNICEF
  • Moreno Villares J.M., Collado M.C., Larqué E., Leis Trabazo M. R., Sáenz de Pipaon M. y Moreno Aznar L. A. Los primeros 1000 días: una oportunidad para reducir la carga de las enfermedades no transmisibles. Nutr. Hosp. 2019;36(1):218-232. DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.02453

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