Colico del lactante

Si un bebé sano y bien alimentado llora intensa y vigorosamente un mínimo de 3 horas al día, durante 3 o más días a la semana desde hace al menos 3 semanas, probablemente sufra lo que se conoce como cólico del lactante. Veamos qué es, cómo se manifiesta y cuáles son las medidas que deben tomarse en caso de que aparezca.

¿Qué es y qué síntomas causa el cólico del lactante?

El cólico del lactante es un proceso benigno muy frecuente en la consulta pediátrica , que afecta a un considerable porcentaje de los niños menores de 6 meses.

La inmadurez del sistema digestivo o nervioso, el tipo de alimentación, las alteraciones de la microbiota intestinal, la ausencia de rutinas en casa y los padres ansiosos son algunos de los factores implicados en la aparición de este proceso transitorio, que se resuelve espontáneamente, sin afectar ni al peso ni la talla del lactante.

La irritabilidad, el llanto difícil de calmar de inicio y final bruscos, los espasmos abdominales repentinos y la flexión de las piernas hacia el pecho son algunos de los síntomas que causa este proceso, que también puede acompañarse de gases.

Los gases, presentes en algunos casos, pueden ser causa o consecuencia del cólico del lactante, por tragar demasiado aire al llorar.

Gestión y consejos para el cólico del lactante

El llanto excesivo y desconsolado, que se acompaña de irritabilidad y malestar gastrointestinal, puede generar preocupación y estrés en los padres y cuidadores. Mantener la calma e intentar estar lo más tranquilos posible ayudará a gestionar el proceso.

Coger al bebé en brazos, tumbado boca abajo, mientras se le frota suavemente la espalda; intentar que eructe con más frecuencia durante las tomas; ponerle música o algún ruido de fondo, constante y a bajo volumen; reducir los estímulos ambientales, y alimentar al lactante en un lugar tranquilo son algunos de los consejos que deben darse a los padres de estos niños.

Los probióticos, como el Lactobacillus reuteri, también pueden resultar beneficiosos en el cólico del lactante moderado-grave.

La lactancia materna; las fórmulas lácteas a base de proteínas extensamente hidrolizadas, las fórmulas lácteas con baja cantidad de lactosa o las fórmulas a base de proteínas de soja, siempre bajo la supervisión de un pediatra; la terapia conductual; determinados fármacos (simeticona o diciclomina), y los tratamientos naturales con determinadas plantas son otras opciones terapéuticas.

Pero, independientemente del tratamiento, no debe olvidarse que el cólico del lactante es un proceso benigno y autolimitado.

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