Postparto

El bebé ya está aquí y esta primera etapa puede ser desafiante para la mamá. ¡Es un momento muy intenso! Donde los cambios de humor, sentimientos contradictorios y momentos llenos de dudas pueden alterar la alegría de estos días, ¡son sentimientos normales! Te ofrecemos pautas y consejos para superar los primeros días y entender que le pasa a tu cuerpo y a tu mente.
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Mamá lactante

mama sostiene a su bebé en brazos

Durante la lactancia, la madre debe seguir una dieta equilibrada, para no alterar la composición de la leche materna y, por tanto, el estado nutritivo y la salud del lactante.

Es muy importante durante la lactancia aumentar:

  • La ingesta de líquidos: leche, agua, infusiones, caldo, bebida de soja, etc.
  • El consumo de proteínas de alto valor biológico, presentes en carnes magras, pescado, huevos y lácteos.
  • La incorporación de pescado azul y frutos secos, fuentes esenciales de ácidos grasos saludables.
  • El aporte de vitaminas A, B y C, presentes en pescados, lácteos, cereales, frutas y verduras.

No hay que olvidar la ingesta de:

  • Aceite de oliva, por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen frente a enfermedades cardiovasculares.
  • Lácteos, una fuente óptima de proteínas, azúcares como la lactosa, vitaminas A y D y grasas.
  • Sal yodada, fuente recomendada de yodo. Una ingesta adecuada de yodo ayuda a prevenir alteraciones como el hipotiroidismo y el bocio neonatal.
  • Magnesio, presente en frutos secos, cereales y legumbres, importante para la recuperación postparto.

Alimentos aconsejados:

  • Fuentes de carbohidratos como pasta, arroz, pan, cereales, patatas y legumbres.
  • Huevos: 3-4 a la semana.
  • Carnes magras como el jamón o el pavo, carne roja (2-3 veces por semana) y carne blanca.
  • Pescado azul: salmón, sardinas, atún y caballa, ricos en omega-3.
  • Lácteos semidesnatados o bajos en grasa.
  • Frutos secos.
  • Frutas y verduras.

Alimentos desaconsejados:

  • Bollería industrial, por su alto contenido en grasas trans y azúcares.
  • Productos lácteos altos en grasa como crema de leche, nata, leche entera y mantequilla.
  • Embutidos, por su elevado contenido en sodio y grasas saturadas.
  • Platos precocinados, que suelen contener aditivos y conservantes.
  • Refrescos azucarados, ya que pueden afectar la producción de leche materna y aportar calorías vacías.

Cuidar la alimentación durante la lactancia materna es clave para el bienestar de la madre y el bebé. Mantener una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales, favorece la producción de leche y ayuda en la recuperación postparto.

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