
Estamos en pleno verano y sin lugar a dudas, la patología estrella son las gastroenteritis agudas. Nuestras consultas se llenan de niños con diarrea, vómitos y en ocasiones, fiebre.
Son muchas las recomendaciones que hemos escuchado acerca del manejo ¿verdad? Que si dejarles en ayunas unas horas, que si solo han de beber agua, que si mejor bebidas para deportistas, que si agua de arroz y pescado hervido, que si leche sin lactosa.
Si además les preguntamos a nuestras madres o incluso a nuestras abuelas, definitivamente nos volveremos locos de remate.
Pues bien, actualicemos las recomendaciones según la evidencia científica disponible con las preguntas más habituales que soléis hacer:
1. ¿Le dejo varias horas sin comer nada para que el estómago y el intestino descansen?
No. Está demostrado que cuanto antes empiecen a comer, antes se recupera la mucosa intestinal. Por lo que desde el principio debemos ofrecerle alimentos en pequeñas cantidades y respetando sus gustos y apetito.
2. ¿Qué hay del pescadito hervido, el agua de arroz y la zanahoria hervida?
Puedes ofrecérselo siempre y cuando no limites su dieta a estas tres cosas. Se ha comprobado que dietas restrictivas no superan en beneficio a su dieta habitual. Además, yo suelo decir a mis pacientes: ¿Tú te comerías agua de arroz y pescado hervido así sin más?”. No le des de comer nada que tú no te comerías. Prepárale comidas apetitosas evitando grasas, fritos y dulces.
3. ¿Le puedo dar Aquarius o alguna bebida para deportistas?
Este tipo de bebidas no son las más adecuadas para niños enfermos. Durante un proceso diarreico los niños fundamentalmente pierden sales y un poco de azúcar y estas bebidas justamente tienen excesos de azúcares y muy pocas sales, por lo que no se repondrán las pérdidas. El exceso de azúcar de estas bebidas empeora la diarrea, produce lo que llamamos una “diarrea osmótica”. Ese exceso de glucosa en el intestino arrastra aún más agua del organismo, por lo que la diarrea puede aumentar y con ello el riesgo de deshidratación
4. ¿Y qué le puedo dar de beber?
Lo ideal es ofrecerle bebidas de rehidratación oral compradas en farmacias, es decir, el suero oral. Este tipo de productos llevan las sales y azúcares en las concentraciones exactas que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y nuestros comités científicos para reponer las pérdidas.
Cierto es que el sabor no es bueno y no es bueno porque es salado y es salado porque lo que pierde fundamentalmente nuestro cuerpo en la mayoría de las diarreas es sal, de ahí que no se haya logrado aún un sabor dulce y agradable. Aún así debemos insistir a las familias en que intenten ofrecerles el suero a sorbitos pequeños, 5 ml cada 10-15 minutos. Debemos hacerlo lentamente para evitar que vuelva a vomitar. Aunque os pida beber más, ya que el mecanismo de la sed estará activado porque su cuerpo detecta el riesgo de deshidratación, no deben beber grandes cantidades de golpe porque es probable que vuelvan a vomitar. Por lo que debemos armarnos de paciencia y ofrecerles el suero lentamente. Si nos cuesta mucho que tomen el suero, alternaremos con sorbitos de agua.
5. ¿Le compro una leche sin lactosa?
Hasta el momento, la evidencia científica nos dice que durante episodios aislados y limitados de diarrea y/o gastroenteritis aguda no se deben sustituir las leches habituales (ni mucho menos la lactancia materna) por una leche sin lactosa. Sólo en aquellos casos de diarreas prolongadas, gastroenteritis complicadas, niños con alguna enfermedad de base en la que su estado nutricional se vea comprometido y por supuesto, niños diagnosticados de intolerancia a la lactosa, se aconseja la retirada temporal o definitiva de la lactosa de su dieta. En estos casos será tu pediatra quien mejor te aconseje.
6. Me han recomendado probióticos ¿Sirven para algo?
Sí, el uso de probióticos acortan los días de diarrea así que cuanto antes empecemos a dárselos, mejor. Sigue los consejos de tu pediatra y ante la duda, consulta de nuevo, para eso estamos.
7. ¿Qué debo vigilar?
Fundamentalmente los signos clínicos de deshidratación. Acude al pediatra si:
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- – Hace más de 10 deposiciones al día, abundantes y muy acuosas.
- – Observas restos de sangre en las heces o en los vómitos.
- – Vomita incesantemente a pesar de todas las medidas.
- – Deja de orinar o si orina mucho menos de lo normal.
- – Ojeroso, boca seca, ausencia de saliva o de lágrimas.
- – Está decaído, se niega a jugar, se marea.
- – Si además de los vómitos y/o la diarrea presenta fiebre alta mantenida, en ese caso el riesgo de deshidratación aumenta.
- – Si es menor de 12 meses, especialmente los menores de 6 meses, debes acudir al pediatra, su riesgo de complicaciones es mayor que a cualquier otra edad.
Y con todo ello, feliz verano libre de gastroenteritis.