Cuando a tu bebé le cuesta ensuciar el pañal, es una de las causas más habituales de visita al pediatra. Si se diagnostica a tiempo, se puede evitar su cronicidad.

Cuándo acudir al pediatra

¿Vuestro bebé tiene dificultades para realizar sus deposiciones? ¿Lo hace con menos frecuencia? Cuando lo hace, ¿las heces son duras y despiden un fuerte olor? ¿Llora antes de la deposición? Probablemente, sufre estreñimiento y es hora de acudir al pediatra. El estreñimiento infantil es una de las patologías más habituales en los niños. El 5% de las visitas al pediatra y el 25% de las consultas al especialista en gastroenterología pediátrica suelen ser por este motivo.

Aunque la mayoría de los casos son funcionales o sin una causa conocida, hay factores que pueden contribuir a que ocurra. Dificultades para controlar adecuadamente los esfínteres, cambios en su alimentación, eccemas, fisuras anales o los antecedentes familiares están entre las causas más habituales. La lactancia materna contribuye a evitar el problema. Los bebés que lactan de la madre evacúan con mayor frecuencia hasta alcanzar el mes o mes y medio.

A partir de entonces, el número de deposiciones disminuye, pudiendo ser de una al día o cada dos días. Si supera los tres días seguidos sin evacuar, podría ser un síntoma. También existen leches especialmente formuladas para ayudar a mejorar el tránsito intestinal del bebé. Lo que no es recomendable es darle zumos o infusiones. Cuanto más zumo o infusiones ingieren menos maman, con lo que aumenta el riesgo de estreñimiento. Si sospechas que el bebé sufre estreñimiento acude al pediatra. Él averiguará las causas o lo derivará al especialista para evitar que el problema se convierta en crónico.

Cómo evitar el estreñimiento cuando son lactantes

Un masaje abdominal le ayudará a regular su sistema gastrointestinal. Un baño templado mejorará su tránsito intestinal. Prepara correctamente la leche infantil. Una cantidad de agua inadecuada podría ser la causa del estreñimiento de tu bebé. El magnesio favorece la movilidad intestinal. Elige leches infantiles con una mayor cantidad de esta sustancia.

Qué hacer cuando comience a ingerir sólidos

Incluid en su dieta alimentos ricos en fibras, como frutas y verduras. Dependiendo de la edad del bebé, también se pueden incluir legumbres, avena o cereales integrales. Evitad alimentos como el plátano, la manzana sin piel, la zanahoria o el arroz. Endurecen las heces. Disminuid el consumo de lácteos, dulces y bebidas azucaradas. Aumentad el consumo de agua y zumos.

Con algo tan sencillo como el masaje abdominal, podéis ayudar a vuestro bebé a regular el tránsito intestinal.

  • Levantad sus piernas para ablandar el abdomen y acariciarlo seis veces con la palma plana de vuestras manos desde donde terminan las costillas hasta la parte baja del vientre.
  • Levantadle las piernas con una sola mano y repetid el masaje con la mano que os queda libre, pero con mayor profundidad esta vez.
  • Mantenedle las piernas flexionadas sobre el abdomen durante algunos segundos y repetid tres veces. Después, estirad y relajad las piernas del bebé.
  • Haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj, dibujad círculos continuos con la mano izquierda y un semicírculo con la mano derecha desde la parte superior del ombligo a la parte inferior del vientre.
  • Flexionad las piernas del bebé sobre su abdomen unos segundos y repetid esta secuencia tres veces.

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