
Cuando los bebés nacen son seres completamente indefensos que dependen al 100% de sus padres. Su medio de comunicación con el mundo es el llanto, y lo utilizan para hacer saber que tienen hambre, sueño, que necesitan que les cambien el pañal, para que les cojan… en definitiva, para que los adultos que les rodean, satisfagan sus necesidades básicas, tanto fisiológicas como psicológicas.
Según el bebé vaya creciendo, irá aprendiendo por sí mismo a satisfacer sus necesidades básicas, y una de las primeras que conseguirá, será aprender a comer él solo. Esto, que supone un gran hito en el desarrollo de tu bebé, muchas veces puede llegar a ser un suplicio para los padres, que tienen que armarse de paciencia, conseguir el tiempo necesario, y solucionar los signos evidentes de la batalla que se ha librado, tanto en la ropa, como la cocina.
Os sugerimos estos consejos para que los niños vayan aprendiendo a comer solos, cada vez con más agilidad y sin que su ropa, ni la tuya, sufran las consecuencias de ese aprendizaje:
- Todo proceso de aprendizaje es lento y requiere su tiempo. Empezad por ajustar vuestras expectativas, los niños tardan en aprender y requieren muchas horas de práctica. No os desesperéis si al principio le cuesta, tarda más tiempo en comer que si se lo dieras tú directamente, o se ensucia. Es una parte del proceso. Sobre todo, no os enfadéis ni mostréis vuestra desesperación. Se aprende mucho mejor en un ambiente relajado y con buenas maneras. Las prisas, el estrés y los gritos nunca favorecen el proceso de aprendizaje, sino todo lo contrario.
- A partir del año de edad y hasta los dos años es el momento en el que el niño aprenderá a comer solo, (en la mayoría de los casos a los dos años son capaces de comer ellos solos, sin que un adulto tenga que darles la comida). Pero antes ya podemos ir dejando que se familiaricen con los cubiertos. Déjale que juegue con la cuchara en ausencia de comida. El bebé necesita explorar y conocer el mundo que le rodea, y la primera vez que vea una cuchara va a querer cogerla, llevársela a la boca, jugar con ella, después ya aprenderá que se trata de un instrumento para comer. Por eso es bueno que cuando tenga que utilizar la cuchara ya esté familiarizado con ella.
- Deja que el bebé coja la comida con las manos, el objetivo es que se vaya familiarizando con los distintos sabores y texturas de los alimentos.
- Empezad desde el principio, pidiendo a vuestro hijo lo que sí que puede hacer según su edad, para que se vaya a acostumbrando a coger la comida, a utilizar los cubiertos… Aunque nos parezcan muy pequeños los bebés de meses ya pueden sujetar el biberón. Muchos de ellos vienen con unas cánulas para evitar que salga mucho líquido y que se les caiga o se atraganten. También se pueden acostumbrar a coger ellos el vaso de agua y a beber solos. Utiliza vasos de aprendizaje (de plástico con dos asas) para evitar que se mojen y que se les caiga y se les pueda romper.
- Conseguir la suficiente coordinación viso manual es difícil. Al principio les cuesta y no saben calcular bien, ni controlan bien la fuerza. Por eso es bueno que practiquen. Empezar a practicar el llevarse la cuchara a la boca primero sin comida, para luego ya hacerlo con comida. Elige cucharas pequeñas adaptadas al bebé y planas para que no cojan mucho alimento. Es mejor ir poco a poco. Trabajar la coordinación viso manual con juegos como encajables, juegos de tirar de una cuerda, meter y sacar objetos de una caja… según vaya creciendo los objetos pueden ser más pequeños, se puede jugar a hacer cadenetas, ensartar cuentas grandes en un collar, meter macarrones en un trozo de lana…
- Es más fácil que la comida esté en un plato hondo, de esa forma le facilitaremos la tarea de cogerla y es aconsejable poner poca cantidad de alimento en el plato. Cuando ponemos mucha cantidad en ocasiones se produce el efecto contrario y es que el niño se agobia porque no se ve capaz de comérsela toda.
- Empieza por purés no muy líquidos para facilitarle la tarea y de sus sabores favoritos. Si la meta es que aprenda a comer y a utilizar la cuchara ese será nuestro objetivo y será más fácil conseguirlo con sabores conocidos que si pretendemos hacer todo a la vez. Introducir nuevos sabores y que aprenda a usar la cuchara al mismo tiempo no es lo más aconsejable para favorecer el aprendizaje; se aprende mejor poniendo las metas de una en una.
- Para evitar que se manche, hazte con esos simpáticos “baberos chubasquero”, que al ser de plástico si se les cae algo no traspasa a la ropa y que al taparles completamente evitaremos hacer un cambio de ropa en cada comida.
- Busca un sitio cómodo, que sea fácil de limpiar, como puede ser la cocina que suelen tener suelo de baldosas. Si no fuese así, sed previsores y poner un plástico debajo. A lo largo del proceso de aprendizaje se les va a caer la comida en muchas ocasiones, pensad que es normal y no os enfadéis.
- No olvidemos que los niños nos copian, y que los primeros que tienen que mostrar una buena educación en la mesa y unos correctos hábitos son los padres.
