Antes de comenzar a realizar masajes en tu bebé, es importante conocer algunos aspectos clave que garantizarán una experiencia segura y placentera tanto para ti como para tu pequeño.
Consejos para los masajes de los bebés
Los masajes de los bebés son una forma de estimular su desarrollo físico y emocional, además de fortalecer el vínculo con los padres. Para realizarlos correctamente, se deben seguir algunos consejos:
Manos que reposan
Es una forma de empezar, ya que te prepara a ti y a tu bebé para la sesión. Consiste en colocar las manos en el abdomen de tu bebé, sin hacer presión, y respirar profundamente varias veces para relajarse. Así se establece una “toma de contacto” con tu bebé y se le transmite calma y seguridad.
Toques de relajación
Se utiliza para favorecer la relajación de tu bebé a través de las palabras y el tacto. Puedes decir una palabra como “relájate”, mientras acaricias suavemente a tu bebé o le haces rodamientos en los dedos.
Estiramientos suaves
Son movimientos simples que ayudan a estirar los brazos y las piernas de tu bebé, a masajear su abdomen y su pelvis y a alinear su columna vertebral. Se deben hacer con suavidad y, para hacer divertida esta rutina, se pueden introducir canciones y juegos que acompañen los movimientos.
Brazos cruzados
Cruza los brazos de tu bebé a la altura del pecho tres veces, alternando el brazo que está arriba y abajo. Después, suavemente, estira los brazos hacia los lados.
Brazos y piernas cruzados
Sostén un brazo por la muñeca y la pierna opuesta por el tobillo. Suavemente, baja el brazo hasta la caja torácica y sube el pie hasta el hombro (dejando que la rodilla se flexione), cruza la pierna y el brazo, de forma que el brazo se sitúe por debajo de la pierna, después cruza una vez más con el brazo sobre la pierna. Ahora estira ambos en sentidos opuestos.
Piernas cruzadas
Cruza las piernas por encima del abdomen tres veces, alternando la pierna que está encima y la que está debajo. Luego estíralas suavemente hacia ti.
Arriba y abajo
Presiona las rodillas juntas hacia el abdomen, luego estíralas hacia a ti. Si tu bebé se resiste al estiramiento de las piernas, balancéalas suavemente y anímale a relajarse.
Bicicleta
Presiona suavemente las rodillas hacia el abdomen, una después de la otra, luego estíralas balanceándolas suavemente para que se relajen.
Alba Marín
Enfermera integrativa área materno-infantil. Hospital de Mataró (Barcelona)
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