El llanto es la forma que tiene tu bebé de comunicarse con el mundo. A través del llanto, expresa sus necesidades, sus emociones y sus sensaciones. Pero a veces, el llanto puede ser difícil de entender o de calmar, y puede generar estrés y angustia tanto en tu bebé como a vosotros. Por eso es importante saber las posibles causas del llanto de los bebés y cómo puedes ayudarlos a sentirse mejor.
Causas físicas del llanto
Las causas “físicas” del llanto son las más comunes y sencillas de identificar; por tanto, las más fáciles de solucionar.
Hambre
El hambre es una de las necesidades básicas de los bebés y cuando no se satisface, puede provocar un llanto agudo y con un ritmo rápido. Los bebés suelen tener hambre cada pocas horas, y pueden dar señales de que quieren comer, como llevarse las manos a la boca, chuparse los dedos o mover la cabeza buscando el pecho o el biberón.
Es aconsejable evitar la sensación de hambre, ya que puede hacer que tu bebé entre en un bucle de llanto e incomodidad que le haga incluso rechazar el alimento. Si crees que tu bebé tiene hambre, ofrécele alimento y observa si se calma.
Sueño
Cuando los bebés están cansados, tienen sueño, pero no pueden dormir, entran en un estado de nerviosismo que acaba convirtiéndose en llanto, mal humor e irritabilidad. Este llanto es suave y rítmico, como si se cantase a sí mismo para relajarse y quedarse dormido. Algunas señales de que tu bebé tiene sueño son bostezar, frotarse los ojos, lloriquear, perder el interés por el entorno o estar más irritable. Si crees que tiene sueño, intenta crear un ambiente tranquilo y cómodo, siguiendo una rutina de sueño que le ayude a relajarse y a dormir mejor.
Humedad y suciedad
La sensación de humedad y/o de suciedad produce un malestar que les puede llevar a un llanto incesante. Este llanto finaliza con el cambio del pañal. También es importante limpiar bien la zona con agua y jabón neutro y aplicar una crema protectora si se observa alguna rojez o inflamación.
Incomodidad
El llanto de malestar es agudo y no para cuando abrazas a tu bebé. Hay que identificar la causa de las molestias, que puede ser la necesidad de un cambio de pañal, una mala postura, varias capas de ropa o ropa demasiado ajustada, entre otras.
Aburrimiento
Los bebés siempre quieren estar entretenidos y, sobre todo, que les entretengan. Cuando no es así, utilizan el llanto para llamar la atención. El llanto por aburrimiento se caracteriza por ser monótono, con subidas y bajadas de tono enrabietadas y termina cuando se le coge en brazos o le cambiamos de habitación.
Exceso de estímulo
Si estimulamos demasiado a nuestro pequeño eso puede llegar a sobreexcitarle. Esto puede ocurrir cuando tu bebé está expuesto a demasiados estímulos al mismo tiempo, como luces brillantes, ruidos fuertes o actividades frenéticas. Es importante reconocer estas señales y proporcionar a tu bebé un ambiente tranquilo y calmado para ayudarlo a relajarse y sentirse seguro.
Enfado
Cuando tu bebe no hace lo que quiere o no se le coge cuando él lo desea, se enfada y presenta un llanto parecido al habitual, pero más agudo. Es importante para vosotros reconocer estas señales y brindar apoyo y consuelo al bebé. Calmar a tu bebé con palabras suaves, abrazos reconfortantes y una presencia tranquilizadora puede ayudarlo a sentirse seguro.
Ruido
Los sonidos bruscos también pueden asustar a tu bebé y desencadenar el llanto, ya que puede sentirse abrumado o asustado por sonidos fuertes o repentinos. Para calmar a tu bebé en estas situaciones, es útil llevarlo a un lugar tranquilo y apacible donde el ruido sea mínimo. También puedes intentar bloquear el ruido con música suave o sonidos blancos.
Tensión
En ocasiones, algunos bebés se relajan llorando sin causa aparente. Es importante tratar de identificar la causa subyacente y abordarla de manera adecuada. Además, estar atento a las señales de malestar de tu bebé y responder con sensibilidad puede contribuir a aliviar dicha tensión que sienten.
Enfermedad
Los periodos de incubación de algunas enfermedades y la propia enfermedad se pueden manifestar en un llanto intermitente y en un estado quejumbroso y de inestabilidad. Si sospechas que tu bebé está enfermo, debes llevarlo al médico lo antes posible y seguir sus indicaciones sobre el tratamiento y los cuidados que necesita.
Cólicos
Si el llanto es agudo e intenso tu bebé podría tener cólicos, que son episodios de llanto prolongado y sin causa aparente comunes en los primeros meses de vida. Se pueden aliviar con algunos remedios como masajear suavemente el abdomen, poner una bolsa de agua caliente o una manta sobre el vientre, mecer a tu bebé, darle un baño tibio, ponerle música relajante o ruido blanco.
Gases
Los gases son otra causa frecuente del llanto de los bebés, sobre todo después de comer. Para evitar los gases, es importante que tu bebé eructe después de cada toma, que se le coloque en una posición vertical al alimentarlo, que se evite el uso de chupetes o biberones que puedan favorecer la entrada de aire y que se le dé un masaje circular en el sentido de las agujas del reloj sobre el abdomen.
Dientes
La salida de los primeros dientes puede ser otra razón por la que llora tu bebé. Los dientes suelen empezar a salir entre los 4 y los 7 meses, aunque puede variar según cada bebé. Para aliviar estas molestias, se puede ofrecer a tu bebé algo frío para que lo muerda, como un mordedor, una cuchara o una toallita húmeda, o aplicar una pomada o un gel específico para las encías.
¿Cuánto tiempo llora un bebé?
Los bebés, durante sus primeros meses, pueden llorar de 1 a 3 horas diarias, sin que exista una enfermedad importante.
A medida que los bebés crecen van llorando menos, ya que encuentran otras maneras de calmarse (el chupete, jugar con las manos, etc.).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada bebé es diferente y que el llanto puede variar según el momento del día, el estado de ánimo, la salud y las necesidades de cada uno. Lo importante es observar el patrón de llanto de tu bebé y tratar de identificar las causas y las soluciones que mejor le funcionen.
¿Cómo lloran los bebés?
Es imposible ignorar el llanto de un bebé, que se caracteriza por ser enérgico y penetrante. Con el tiempo, aprenderéis a distinguir el llanto por tener hambre, por desear estar en brazos o por enfado, que resulta ser el más difícil de calmar.
Para superar las nuevas hazañas son necesarios estímulos apropiados a su edad y es tolerable un cierto nivel de frustración que le lleve a la superación de las barreras. No obstante, la frustración no debe convertirse en una constante para evitar un sentimiento de impotencia que convierta a tu bebé en malhumorado y poco colaborador.
Llora sin motivo aparente. ¿Qué hacer?
Cuando tu bebé llora sin motivo aparente, puede resultar desafiante y preocupante. Sin embargo, es importante mantener la calma y recordar que el llanto es la principal forma de comunicación de los bebés. Para calmar a tu bebé puedes seguir los siguientes consejos y recordar los cuidados básicos sobre el llanto del bebé:
- Hacer uso del chupete o su propio dedo, que ayuda a estabilizar su ritmo cardíaco al tiempo que le relaja.
- Acurrúcalo en tu regazo.
- Escuchar sonidos rítmicos o relajantes, incluso ruidos blancos (por ejemplo, el de la aspiradora).
- Abrir una ventana para que entre aire fresco o salir a dar un paseo.
- Un baño con agua templada.
- Ponerse en movimiento. Lleva a tu bebé de un lugar a otro en tus brazos o en el portabebés; a veces, con una mecedora o un columpio puede ser suficiente.
- Masajes suaves y mimosos…
Estas estrategias pueden ayudar a calmar a tu bebé, o al menos a distraerlo y a hacerle sentir que no está solo y que se le quiere.
Referencias bibliográficas
- Guía práctica para padres (desde el nacimiento hasta los 3 años). Asociación Española de Pediatría [Consultado: 9/04/2024].Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/sites/enfamilia.aeped.es/files/guia_practica_padres_aep_1.pdf