Ser padres es una de las experiencias más maravillosas y desafiantes de la vida. Implica asumir una gran responsabilidad, pero también disfrutar de un amor incondicional. Por eso es importante tener a mano consejos y recursos para que puedas afrontar esta nueva etapa con confianza y tranquilidad.
Higiene
La higiene de tu bebé
El momento del baño o del cambio de pañal no es solo un momento de cuidado de la higiene, también es una ocasión ideal para que tu bebé pueda sentir tus mimos y cuidados.
Ante todo, ambas actividades deben realizarse con seguridad: tu bebé nunca debe estar solo en la bañera ni sobre el cambiador, ya que puede caerse si no está vigilado.
¿Cómo bañar a tu bebé?
El baño puede realizarse todos los días desde el primer día que llegáis a casa(1), aunque no es necesario bañar a tu bebé todos los días.
Aunque se recomienda realizar el baño siempre a una hora similar, lo importante es elegir el momento que mejor se adapte a tu rutina(2):
- Si el momento del baño calma a tu bebé, puedes bañarle por la noche.
- Si le estimula, quizá sea mejor bañarle por la mañana.
La temperatura del agua deberá rondar los 36-38 °C . Recuerda comprobarla con un termómetro o metiendo el codo en el agua(3).
Para el lavado utiliza tu propia mano o una esponja limpia y muy suave. No hace falta que uses jabón, pero si lo prefieres, usa un gel específico para bebés sin jabón y preferiblemente de pH neutro(2).
Pasos para bañar a tu bebé(1)
Bañar a tu bebé puede ser una experiencia agradable y relajante para ambos, siempre que lo hagas con cuidado y seguridad. Antes de empezar, debes tener todo lo necesario a mano. A continuación, te explicamos los pasos que debes seguir para bañar a tu bebé de forma correcta.
- Sujeta a tu bebé boca arriba, pasando el brazo por detrás de la parte posterior de su espalda. Con tu mano, sujeta el brazo del bebé que queda más alejado de tu cuerpo, y que su nuca quede apoyada en tu antebrazo (enseguida le cogerás el truco y verás que es muy fácil).
- Sumerge el cuerpo de tu bebé, sin dejar de sujetarlo por debajo de los hombros y a la altura del culito. Mécele unos instantes en el agua, es una sensación placentera que verás que les encanta.
- Comienza lavando de la zona más limpia a la más sucia: cara, cabeza, cuerpo, piernas y genitales (primero vulva o pene y luego el culito, especialmente en las niñas limpiando de delante hacia atrás para evitar que se introduzcan residuos de heces).
- Si le lavas el pelo, procura que sea con un champú para niños que no afecte a los ojos, utiliza muy poca cantidad y aclara bien. Si utilizas un cepillo de cerdas suaves, evitarás que se forme la costra láctea (esa capita blanco-amarillenta que les sale en el cuero cabelludo). Si ya la tiene, aplica un poco de aceite para bebés y déjalo toda la noche. A la mañana siguiente, un cuidadoso lavado de cabeza retirará el aceite y no quedarán residuos de la costra. De todas formas, no tienes de qué preocuparte, la costra láctea va desapareciendo sola y no molesta al bebé.
- Por último, arropa a tu bebé con una toalla suave, preferiblemente de algodón, sin friccionar y secando bien los pliegues (detrás de las orejas, ingles, axilas y cuello).
Otra acción para que el bebé disfrute del momento del baño es jugar con él en el agua. Puedes mecerle suavemente, echar agua en sus brazos o estimularle mientras le hablas. Una vez pasan los meses, el baño suele ser uno de los momentos del día más agradables para el bebé y para ti, ya que el pequeño juega en el agua y pasa un rato de diversión en compañía. Aunque el bebé se mantenga sentado en el agua es importantísimo no dejarle nunca sólo en la bañera(2).
Hidratación de la piel de tu bebé
La piel de tu bebé es delicada y necesita una hidratación adecuada para mantenerse sana y protegida. Se pueden utilizar lociones hidratantes específicas para bebés si la piel es especialmente seca. Se recomienda aplicarlas cuando la piel permanece aún húmeda, es decir, justo tras secar a tu bebé después del baño(1).
Para aplicarle la crema o aceite, échate un poco en la mano y úntale el cuerpo insistiendo en los pliegues. Aprovecha este momento para hacerle un masaje y relajarle, será agradable para tu bebé y mejorará el vínculo entre tu bebé y tú(2).
Cuidados del cordón umbilical
El cordón umbilical es la conexión vital entre la madre y el bebé durante el embarazo, pero después del nacimiento ya no es necesario y se corta, dejando un pequeño muñón que se caerá en unas semanas. Mientras tanto, es importante cuidar el cordón umbilical para evitar infecciones y favorecer la cicatrización.
¿Cómo limpiar el cordón umbilical?
Para evitar posibles complicaciones como infecciones o sangrados, es importante seguir unas pautas de higiene adecuadas que mantengan el cordón limpio y seco. No importa mojar el ombligo y cordón umbilical y no hay que esperar a que se caiga para bañarlo. Además, puedes doblar el borde del pañal hacia abajo, por debajo del cordón, para evitar rozaduras(1,2).
- Lávate las manos.
- Limpia la zona del cordón con agua tibia y jabón neutro. Puedes utilizar unas gasas limpias y luego desecharlas (mejor evitar las esponjas ya que acumulan más gérmenes).
- Limpia la base del ombligo con un movimiento de rotación alrededor del mismo. Elimina los restos de suciedad tanto del cordón como de la pinza. Es importante que no manipules la pinza y nunca la abras.
- Con otra gasa, limpia la zona del cordón donde está la pinza.
- Por último, sécalo muy bien a toquecitos. No lo cubras con una gasa, así se secará y se favorece su desprendimiento.
Recomendaciones para la limpieza del cordón umbilical
Como has visto, la limpieza del cordón umbilical es una medida de prevención y cuidado que se debe realizar a diario hasta que el muñón se desprenda por sí solo. Existen diferentes formas de limpiarlo, pero algunas de ellas pueden ser más efectivas y seguras que otras.
- Si la zona del cordón está enrojecida, inflamada, con mal olor, o con calor en la piel deberás consultarlo con el pediatra para descartar que se trata de una infección(2).
- No es necesario usar antiséptico (como clorhexidina en spray) si no hay indicación para ello. La Asociación Española de Pediatría no recomienda aplicar soluciones antisépticas o antibióticas tópicas ya que no hay mejores resultados que utilizando agua y jabón(2).
- La utilización de vendas, ombligueros, etc. no está indicada ya que no aceleran la curación y cicatrización del ombligo y pueden provocar lesiones en la piel o facilitar el vómito debido a la presión en el abdomen de tu bebé(1).
El cordón umbilical habitualmente se desprende entre el octavo y décimo día. Si la caída se alarga varias semanas, será recomendable consultar al pediatra(1).
Es normal que se produzca una pequeña pérdida de sangre cuando tu bebé pierde el cordón, pero es escasa y debe detenerse de inmediato(2).
Al caerse el cordón, el ombligo queda entre 0,5 y 1 cm hacia fuera, esto es normal y se denomina “ombligo cutáneo”, el cual se irá poniendo en su lugar con el tiempo(1).
A partir de la caída, la herida se cicatriza entre el tercer y quinto día(1).
Cambio del pañal
La piel de un recién nacido es muy delicada, pero la piel del culito de tu bebé es aún más sensible al estar constantemente expuesta a humedad y otros agentes externos, por lo que se debe prestar especial atención a su cuidado(1).
El culito de tu bebé debe mantenerse seco y limpio durante todo el tiempo. La humedad, el incremento del pH y la acción irritante del pipí y las caquitas, pueden provocar unas incómodas rojeces en la zona del pañal. Para prevenirlas, hay que prestar mucha atención a dos aspectos(1,2):
- El tipo de pañal: al estar en contacto permanente con la piel de tu bebé, debes asegurarte de que esté clínicamente y dermatológicamente testado y de que ofrezca las máximas garantías en absorción, sequedad y protección de la piel. También es importante valorar la comodidad y la libertad de movimientos que ofrece el pañal ya que tu bebé va a pasar muchas horas con él puesto y debe estar cómodo.
- Cambio del pañal: debe realizarse a menudo y sin esperar a que la piel de tu bebé se moje, y, por supuesto las caquitas deben retirarse lo antes posible. Puedes limpiar el culito del bebé con toallitas húmedas, pero la higiene con agua y esponja es mejor para la piel de tu bebé y para el medio ambiente. Seguro que tienes la duda de si hay que ponerle crema del pañal, te lo contamos en el siguiente apartado.
- Cambio del pañal en las niñas: recuerda hacer la limpieza de delante hacia atrás para evitar arrastrar posibles restos de las caquitas.
- Cambio del pañal en los niños: limpia también de delante hacia atrás y por debajo del escroto. No intentes retraer el prepucio para limpiar la zona, poco a poco se irá retrayendo espontáneamente. Además, es mejor si tapas el pene del niño con un pañal o una toallita mientras le cambias para evitar una sorpresa(4).
Cremas para la zona del pañal
Es muy normal que veas que tu bebé tiene la zona del pañal irritada, y para ello existen cremas específicas que se pueden aplicar(4,5). Si tu bebé no presenta esta irritación no hace falta que le apliques la crema.
Como hemos visto en el apartado anterior, la piel está expuesta a sustancias irritantes (como el pipí o las caquitas), que pueden lesionar la piel haciendo que pierda su función barrera. Pero no solo es esto lo que irrita la piel, además, algunos componentes del pañal (colorantes, fragancias, gomas, productos químicos), de las toallitas, el roce del pañal con la piel, la limpieza excesiva de la zona o la aplicación de determinados productos, pueden favorecer esta irritación(5,6).
Para tratar la irritación por el pañal es importante mantener la zona limpia, seca y protegida, por eso te damos los siguientes consejos para aliviarla y prevenirla(5,6).
¿Cómo se puede tratar la irritación por el pañal?(5,6)
- Se recomienda que realices cambios frecuentes de pañal y, si es posible, dejes al bebé sin pañal durante periodos de tiempo cortos (5-10 minutos en cada cambio de pañal). Se recomienda que la limpieza se haga con agua y jabón en vez de toallitas, y secar muy bien la zona a toquecitos.
- También puedes aplicar, en cada cambio de pañal, cremas que se denominan “pasta al agua” que evitan el contacto con la humedad. Existen muchas marcas en el mercado, pero se suelen diferenciar por:
- La consistencia: algunas son más pastosas (pastas, ungüentos) y otras menos (cremas). Cuanto más pastosa es la crema, mayor efecto barrera tiene (en diarreas se debe utilizar ungüento o pasta).
- La composición: aquellas que contienen óxido de zinc suelen ser más apropiadas ya que es el componente que disminuye la irritación.
No se recomienda utilizar polvos de talco, porque si se existe alguna herida, el polvo puede entrar en ella y producirse un aumento de la inflamación(5).
La irritación debería desaparecer en pocos días, si ves que no mejora (pasados unos 3 días) o que empeora, deberás acudir al pediatra para que lo valore(5).
Otros cuidados cotidianos
Los bebés recién nacidos requieren de una serie de cuidados especiales que garantizan su bienestar y su salud. Además de lo mencionado existen otros aspectos que debemos tener en cuenta para atender las necesidades de nuestros pequeños.
Mocos
Cuando llegan los meses de frío es muy común que el bebé tenga mocos. Para limpiar la nariz por fuera puedes usar una gasa humedecida(2).
Para ayudarle con los mocos de dentro de la nariz, lo mejor es hacer lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar natural en spray. Seguro que has oído hablar o te han recomendado los aspiradores nasales, sin embargo, esta opción cada vez está menos recomendada ya que no consigue extraer los mocos de la parte profunda de la nariz(1).
Orejas
Tras el baño, puedes limpiar la parte exterior de las orejas con una gasita húmeda, pero no introduzcas bastoncillos en el conducto auditivo(1).
Ojos
También es importante revisar los ojos: si tiene legañas, puedes limpiar los ojos con una pequeña gasa empapada en suero fisiológico, desde el ángulo interno hacia la parte externa, cambiando la gasa para cada ojo(1).
Uñas
No hay que olvidar las uñas, que deben cortarse cuando la longitud sea excesiva para evitar arañazos o roturas, pero siempre pasados los primeros días de vida. Se deben cortar de forma recta, mediante tijeras de punta redondeada(1).
En los primeros días de vida se pueden limar las uñas con una lima especial para bebés, ya que muchas veces las uñas están muy pegadas a la piel, y es muy difícil cortarlas.
¿Cuánto debería dormir tu bebé?
Cada bebé tiene unas necesidades y un ritmo de sueño diferente(1). No te alarmes si tu bebé duerme mucho, es normal. Los recién nacidos duermen entre 16 y 17 horas diarias, normalmente entre toma y toma, en ciclos cortos y frecuentes, y se despiertan cada 1-3 horas(2,6).
Es importante que sepas que los bebés no tienen un ritmo regular de sueño hasta los 6 meses(7) y que lo habitual es que tu bebé reduzca gradualmente el número de horas de sueño según vaya creciendo.
Consejos y recomendaciones sobre el sueño del bebé
El sueño es una parte esencial del desarrollo y la salud de los bebés. Sin embargo, muchos padres se encuentran con dificultades o dudas. Estos consejos te ayudarán a entender más sobre el sueño de tu bebé.
- Si tu bebé está durmiendo y le toca comer, no hace falta que lo despiertes salvo que te lo haya indicado el pediatra(7).
- Las tomas de la noche deben ser monótonas y aburridas y sin encender la luz; mientras que las del día deben ser más dinámicas y debes mantener despierto a tu bebé hablándole, haciéndole caricias o estimulándole. Así, tu bebé irá diferenciando la noche del día y relacionando las horas de oscuridad con las horas de dormir(1,7).
- Antes de acostar a tu bebé, es importante que te asegures de que está limpio y bien alimentado, para que no se encuentre molesto y pueda conciliar bien el sueño(2).
- Tu bebé tiene que aprender a dormir por sí mismo, adquiriendo habilidades que le permitan tranquilizarse por sí solo (chupete, chuparse el dedo, ciertas posturas)(1,5).
- Tu bebé debe dormir boca arriba para minimizar la posibilidad de que sufra el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante(1).
- Evita poner cerca de la cuna objetos que puedan caerse sobre tu bebé ni adornar la cuna con cintas ya podrían ser un peligro. Tampoco se recomienda que tu bebé duerma en la cuna con juguetes o peluches(1).
- Durante los primeros meses es recomendable que tu bebé permanezca en vuestra habitación, durmiendo en su propia cuna o en vuestra cama (lo que se denomina colecho)(1).
Cuidados generales
Los cuidados generales de tu bebé contribuyen a su bienestar físico, emocional y social. Desde el momento en que nace, tu bebé necesita de tu atención, cariño y protección para crecer sano y feliz.
Paseos con tu bebé
Es bueno dar paseos frecuentes y realizar actividades al aire libre. Puedes salir a pasear con tu bebé desde los primeros días de vida. Se recomienda una exposición al sol diaria corta, de unos 5-10 minutos para favorecer la producción de vitamina D, evitando una exposición directa al sol y las horas centrales del día(2).
Ropa
En sus primeros meses de vida, tu bebé todavía no regula del todo su temperatura corporal, por ello, durante los primeros días se recomienda usar manga larga, calcetines y gorro de algodón, independientemente de la época del año que sea(1).
Se recomienda elegir ropa con velcro (fácil de poner y quitar), y evitar botones, cremalleras o lazos. Además, la ropa debe estar hecha de materiales suaves y no alergénicos, como el algodón(1).
Es conveniente que la ropa se lave con jabón neutro, sin usar lejía ni suavizante, y siempre aclarando bien, ya que va a estar directamente en contacto con la piel de tu bebé(1).
Vacunas
Es importante que sigas el calendario de vacunas infantil(1), en tu centro de salud te explicarán el calendario.
Posturas del bebé
Se recomienda cambiar a menudo la postura de la cabeza en la que duerme tu bebé para evitar que pase demasiadas horas acostado en la misma posición. Es tan sencillo como girarle la cabeza hacia un lado y hacia el otro de vez en cuando. Así podremos evitar la plagiocefalia, que es una deformidad de la cabeza del bebé que se desarrolla durante los primeros meses de vida(1).
Referencias bibliográficas
- Asociación Española de Pediatría (AEP). Guía práctica para padres desde el nacimiento hasta los 3 años. 2014. Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/sites/enfamilia.aeped.es/files/guia_practica_padres_aep_1.pdf
- Asociación española de matronas. Los Consejos de tu matrona. 2022. Disponible en: https://www.losconsejosdetumatrona.com/
- Gobierno de Aragón. Departamento de Salud y Consumo. Cuídame: guía para madres y padres. Los cuidados después del parto y en los primeros meses de vida. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/3-cuidame_esp.pdf
- Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). EDUCACIÓN PARA LA SALUD. MANEJO PRÁCTICO DE LOS PROBLEMAS DE SALUD PEDIÁTRICOS MÁS FRECUENTES. CONSEJOS PARA EL PROFESORADO Y LOS CUIDADORES ESCOLARES. Consejos sobre higiene y prevención. Disponible en: https://www.aepap.org/grupos/grupo-de-educacion-para-la-salud/biblioteca/guia-aepap-para-centros-docentes
- Asociación Española de Pediatría (AEP). Dermatitis del pañal. Artículo publicado el 19-7-2012, revisado por última vez el 24-11-2020. Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/dermatitis-panal
- T. Pozo Román. Dermatitis del pañal y trastornos relacionados. Pediatr Integral 2016; XX (3): 151-158. Disponible en: https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2016/xx03/01/n3-151-158_TomasPozo.pdf
- Asociación Española de Pediatría (AEP). Sueño en los bebés. Artículo publicado el 22-2-2017, revisado por última vez el 24-10-2019 Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/sueno-en-bebes