
La alimentación de los niños durante su primer año de vida va a ir variando por etapas. Una vez que cumpla los doce meses, tu hijo podrá empezar a comer según los hábitos que haya en tu casa. Hasta entonces, os espera un tiempo de descubrimiento para toda la familia. Es el momento de conocer cuánto apetito suele tener tu bebé; si sufre alguna alergia o intolerancia; qué sabores le gustan o le desagradan; y cómo todo el entorno familiar puede contribuir a hacer de las horas de las comidas un momento agradable y saludable. La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado un Manual de nutrición en el que señala que la alimentación durante los primeros 1000 días de vida “condiciona la salud a corto y a largo plazo”, por lo que es un tema al que debemos prestar mucha atención. El pediatra será quien se encargue de pautar los alimentos que podrás ir introduciendo en la dieta del pequeño en cada fase.
La alimentación de 0 a 6 meses
En los primeros 6 meses de vida, lo ideal es alimentar al bebé con leche materna de manera exclusiva. Así lo recomiendan los distintos organismos especializados, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). ¿Cuáles son los motivos? La AEP afirma que la leche materna, en ese periodo, “aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento; protege frente a infecciones; promueve el neurodesarrollo; y contribuye a mitigar la aparición del síndrome metabólico en la edad adulta, especialmente en la reducción de la obesidad y de la diabetes tipo 2”. Si hay alguna circunstancia que te impida dar el pecho, puedes recurrir a soluciones como la extracción de tu leche materna para alimentar a tu bebé a través del biberón; o incluso a la leche donada. Tu pediatra te indicará si es necesario complementar la alimentación del niño con fórmula, por algún motivo que lo justifique en estos meses.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) resume así las características principales de esta edad en cuanto a la alimentación:
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El bebé es capaz de mamar, succionar y tragar.
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Solo puede consumir alimento líquido.
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La leche materna en exclusiva es el alimento aconsejado para este momento.
La cantidad de leche materna que deberá tomar tu bebé es “a demanda”. Es decir, la cantidad de tomas al día y su duración dependerán del apetito y capacidad de succión del niño.
La alimentación entre los 4 y los 7 meses
A los 6 meses, e incluso a los 4 si tu pediatra lo recomienda por las necesidades del bebé, podría iniciarse la alimentación complementaria. Sin embargo, la edad no es un factor determinante en sí mismo para dar ese paso. Según explica la AEP, el momento de introducción llega cuando el cuerpo del bebé está preparado para aceptar otros alimentos distintos de la leche materna y cuando el niño es capaz de comer con una cuchara y mantenerse sentado, por ejemplo. Lo habitual es que esto suceda alrededor de los 6 meses para la mayoría de los casos, por lo que se señala como el momento de iniciar la alimentación complementaria. Es entonces cuando se debe aportar otros nutrientes a la dieta del niño, que no se pueden conseguir solo con leche materna, y siempre según las indicaciones del pediatra. Además, la introducción tardía de estos alimentos —después del 7. º mes— podría acarrear el aumento del riesgo de alergias y la peor aceptación de nuevas texturas, entre otros problemas, según explica la AEP en su manual. En cualquier caso, la leche materna debe seguir usándose y es recomendable incluso hasta los dos años de edad.
Para el periodo del crecimiento del bebé entre los 4 y los 7 meses, la AEPAP y la AEP destacan que:
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Aparece el reflejo de masticar.
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El bebé tiene mayor fuerza de succión.
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Se dan los primeros movimientos reflejos de la lengua.
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Entre los 4 y los 6 meses, solo si es necesario, se pueden introducir alimentos con cuchara, como purés.
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A partir de los 6 meses, los alimentos recomendados son la leche materna y purés de carne cocinada, verduras (zanahoria, patata), frutas (plátano) y papillas de cereales (incorporar el gluten no antes de los 4 meses ni después de los 7).
Es importante que no introduzcas más de un alimento nuevo a la vez en la dieta del bebé, así podrás detectar posibles alergias y entender lo que le gusta y lo que no. Quizás si le presentas el mismo alimento en una textura diferente pueda aceptarlo mejor.
En cuanto a las cantidades, la leche materna seguirá siendo a demanda. En el caso de los purés, dependerá del apetito de cada niño. Prueba con entre 1 y 3 cucharadas unas 2-3 veces al día, hasta encontrar el punto apropiado para tu bebé. No es buena idea forzar con “solo una cucharada más” si tu hijo ya ha dado muestras de no querer seguir comiendo. Debes evitar que termine asociando el momento de la comida con una experiencia negativa de nervios y estrés. Si quieres saber más sobre este asunto, te recomendamos leer nuestra entrada Empezar a utilizar la cuchara.
Nutrición infantil entre los 7 y los 12 meses
Tu bebé sigue creciendo y experimentando cambios que condicionarán su alimentación. Estamos en la fase en la que le van saliendo los dientes, así que va a poder comer más cosas y de forma diferente. Así lo explican la AEP y la AEPAP:
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El niño puede coger la comida de la cuchara con los labios, morder y masticar.
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La lengua ya es capaz de mover el alimento hacia los dientes.
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Desarrolla habilidades motoras finas que facilitan la autoalimentación.
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Ya puede consumir una mayor variedad de comidas trituradas y picadas, combinando alimentos que ya conoce con otros nuevos.
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Seguirá tomando leche materna, complementada con carne picada, frutas y verduras trituradas, vegetales y comida cruda picada (plátano, melón, tomate), además de cereales y pan (preferentemente integral y sin azúcares).
En este periodo, la AEP recomienda dar 3 comidas al día más dos aperitivos entre ellas. La cantidad de leche materna diaria que aconseja es de unos 500 ml. Por otro lado, el aporte energético de la alimentación complementaria debería ser el 50% de lo necesario, según la asociación de pediatría. Pensando en que el apetito de tu bebé será el que determine cuánto es capaz de ingerir en cada momento, puedes probar a darle 5-6 cucharadas de puré más 3-4 de fruta picada. El pediatra será el encargado de pautar este proceso de introducción de alimentos en la dieta del niño, según su estado de madurez.
Poco a poco, irás introduciendo más alimentos en la dieta de tu hijo, como hemos dicho, con atención a posibles alergias e intolerancias. En esta fase ya podrá empezar a comer todo tipo de verduras, a excepción de las de hoja verde. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda moderar su consumo e incluso no incluirlas en las dietas de los niños menores de 3 años, por su contenido de nitratos. La fruta es mejor en trozos que exprimida; no es recomendable más de 180 ml diarios de zumo para tu bebé.
Respecto a los alimentos proteicos, como carnes, pescados, marisco, huevos (cocidos, no crudos) y legumbres, la AEPAP considera que se pueden ofrecer diariamente en su mayoría, aunque controlando sus cantidades. Son importantes los ricos en hierro y siempre hay que congelar el pescado antes de consumirlo. Las legumbres sí que tendrás que limitarlas a 2-3 veces por semana.
¿Y las grasas? También es importante que la dieta de tu hijo tenga un aporte apropiado de grasas. Estas pueden venir de los alimentos de origen animal que le des. En ese caso, podrías añadir otros 5 g diarios de aceite de oliva a sus comidas para obtener las cantidades que necesita, según la guía de la AEP y la AEPAP.
Los lácteos fermentados se incorporan en cantidades pequeñas a partir de los 8-9 meses. Eso sí, la leche de vaca para niños no alimentados con pecho se debe empezar a tomar a partir del año.
Si quieres leer más sobre recomendaciones de alimentos concretos, visita nuestra entrada Alimentos a partir de los 6 meses para seguir profundizando en el tema.
Resumen de alimentación de tu bebé por meses
Ya has visto que la clave de la alimentación de tu bebé se basa en sus meses de vida, sus capacidades fisiológicas y el tipo de comidas que puede asimilar. Para que lo tengas más claro, aquí tienes la tabla resumen con las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria (AEPAP), a partir de su Manual de nutrición.
Edad |
Habilidades Motoras |
Tipos de alimentos consumibles |
Ejemplos de alimentos |
---|---|---|---|
0-6 meses |
Mamar, succionar y tragar. |
Líquidos. |
Leche materna exclusiva. |
4-7 meses |
Reflejo de masticar. Mayor fuerza de succión. Movimientos reflejos de la lengua |
Purés (antes de los 6 meses solo si las necesidades del niño piden una alimentación complementaria). |
Leche materna. Purés de carne cocinada y verduras como zanahorias o patatas. Frutas como plátano. Papillas de cereales con y sin gluten. |
7-12 meses |
Coger la comida de la cuchara con los labios, morder y masticar. Movimientos late- rales de la lengua y movimiento de la comida hacia los dientes. Se desarrollan habilidades motoras finas que facilitan la autoalimentación |
Mayor variedad de comidas trituradas, alimentos picados y alimentos sostenidos con los dedos.
Se combinan alimentos nuevos y ya conocidos. |
Leche materna, Carne picada. Frutas y verduras trituradas. Vegetales y comida cruda picada (plátano, melón, tomate). Cereales y pan. |
Fuente: Manual de nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP). |
En esta entrada nos hemos centrado en los niños más pequeños. Si quieres saber más sobre la alimentación para niños más mayores, no dejes de leer nuestra publicación A partir de 12 meses. Y para terminar, un recordatorio, ¡haz de la comida un momento relajado, libre de estrés y tensión!
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Aviso importante: la leche materna es el mejor alimento para el lactante.