Si tu bebé no hace caquitas correctamente, está más de un día sin hacer, está intranquilo, y las defecaciones son muy duras y/o dolorosas… Seguramente padece de estreñimiento.
El estreñimiento, se define como retención de las materias fecales. O dicho con palabras menos técnicas, tu bebé no evacua con la frecuencia que se considera normal, lo hace con mucha dificultad, y con la sensación de que no se queda satisfecho.
Es difícil definir «estreñimiento» en la infancia por la dificultad que representa establecer esta frecuencia, que podríamos considerar «normal» en cada etapa de tu bebé.
Una frecuencia de 4 evacuaciones al día en la primera semana de vida, sería lo adecuado, y va disminuyendo a 1,7 al día a los dos años.
Los procesos intestinales de los bebés dependen en gran parte de su alimentación. Tendrán más evacuaciones y más líquidas los alimentados únicamente con leche materna. En cambio, aquéllos, que se alimentan con fórmulas adaptadas presentan deposiciones más firmes y menos frecuentes.
Un bebé de menos de 6 meses debe evacuar una vez al día como mínimo. A partir de los dos años, los niños pueden tener entre una y dos defecaciones por día.
En resumen, el ritmo deposicional en la infancia varía con la edad y su alimentación.
El estreñimiento es un problema muy frecuente en la infancia y representa aproximadamente el 5% de las consultas de atención primaria en pediatría, y más del 25% de las derivaciones a especialistas en gastroenterología pediátrica.
Cuando debes consultar con tu pediatra:
Menos de dos deposiciones diarias en lactantes alimentados con lactancia materna.
Menos de tres deposiciones semanales en lactantes que siguen una alimentación artificial (con leche adaptada)
Menos de dos o tres deposiciones a la semana en niños a partir de los 3 años.
Un 95% de los casos el estreñimiento suele ser funcional, es decir relacionado en gran medida con la alimentación, por lo que no debes preocuparte en exceso.
¿Qué medidas dietéticas son aconsejables adoptar en función de la edad de tu bebé?
Lactantes de menos de 6 meses
En la lactancia natural, pueden administrarse pequeñas cucharadas de agua entre las tomas. A partir de los 4 meses, se puede dar a tu bebé zumo de naranja también en cucharadas. Ahora en verano mejor darle agua entre las tomas.
Si ya no le das el pecho a tu bebé, y toma lactancia artificial es importante evitar el uso de leches adaptadas con cantidades altas de calcio y grasas saturadas, te aconsejo las fórmulas con baja cantidad de grasas saturadas (contienen principalmente lípidos en forma de ácidos grasos poliinsaturados).
Presta atención en la cantidad de agua al preparar el biberón, no los hagas concentrados y si es necesario aumenta un poco el aporte, es decir 35 ml por cada cucharada rasa de leche adaptada.
Como comentábamos en un anterior post, entre los 4 y los 6 meses, el pediatra incluirá la fruta en la alimentación de tu bebé. La introducción debe hacerse de forma gradual, fruta a fruta, para evitar posibles reacciones alérgicas. De las frutas, en el estreñimiento debe darse preferencia a la naranja y a la pera y evitar el plátano y la manzana.
Bebés a partir de los 6 meses
En el bebé mayor de 6 meses se podrá contar mucho más con la dieta para conseguir erradicar el problema de estreñimiento. Deberás aumentar la cantidad de fibra y de líquidos en su dieta, evitando en la papilla de frutas las manzanas y plátanos.
Como verduras, las adecuadas son: judías verdes, espinacas y acelgas.
Los cereales sin gluten contienen arroz y maíz, elige los que contengan más fibra soluble, lo verás en el envase con la palabra FOS.
Una vez introducido el gluten en su dieta, ya la papilla de cereales puede contener avena o cereales integrales, fibra insoluble y FOS (fibra soluble) e incluso miel.
Ahora en verano, el agua es vital para solucionar el estreñimiento, sobre todo en las épocas más calurosas y si tu bebé tiene tendencia a sudar.
Una opción si tiene problemas de estreñimiento, es cambiar su leche de continuación por una leche antiestreñimiento también de continuación, consultándolo con tu pediatra. Son reconocibles porque en el envase llevan las siglas AE.
Se recomienda introducirla progresivamente según la siguiente pauta:
El primer día alternar un biberón de Leche AE con la leche adaptada que le estás dando, en los días siguientes todos los biberones de la leche AE, si tu bebé aumenta en exceso las deposiciones, alterna de nuevo con su leche de continuación, y vas retirando observando ritmo y aspecto de sus caquitas.
¿Qué ingredientes contiene estas leches AE?
En algunas fórmulas infantiles se sintetizan triglicéridos con palmitato en posición preferente β. Los estudios realizados con leches que contienen esta modificación de los triglicéridos han demostrado que las heces de estos niños presentan una dureza significativamente menor que las de los alimentados con leche infantil estándar, y que esto se corresponde con un menor contenidos de jabones cálcicos.
Otras fórmulas presentan el 100% de los hidratos de carbono en forma exclusivamente de lactosa aportando una elevada cantidad de magnesio y una adecuada proporción calcio/fósforo lo cual también proporciona una reducción en la formación de jabones cálcicos.
“Si tu bebé padece de estreñimiento, consulta con tu pediatra o nutricionista un cambio en su alimentación”
Teresa Bonnin Sánchez
Farmacéutica titular y nutricionista en Farmacia Bonnin