¿Qué es el BLW?
El Baby Led Weaning también llamado alimentación autorregulada por tu bebé es el inicio de la alimentación complementaria a los 6 meses de vida en forma de alimentos enteros, en lugar de triturados. Ten en cuenta que han de tener el tamaño y la forma adecuados para que sea el propio bebé el que los coja con sus manos y se lo lleve a la boca en función de su apetito y preferencias.
¿Cómo?
Le ofreceremos los alimentos en trozos alargados para que tu bebé sea capaz de agarrarlos sin problemas con sus manitas. Recordad que, a los 6 meses, los niños aún no hacen la pinza (unión del pulgar con el índice) por lo que la comida la cogen abriendo la mano entera para posteriormente cerrarla.
Es importante saber que entre los 6 y los 8 meses la energía que le debes aportar a tu bebé, proveniente de la alimentación complementaria, es de 1/5 del total, el resto de energía se la daremos en forma de leche. Sin embargo, entre los 9 y los 11 meses la balanza estará más equilibrada y el 50% del aporte calórico deberá venir de la alimentación complementaria y el otro 50% de la leche.
¿Qué beneficios tiene el BLW?
- Hábitos de alimentación más saludables respetando las señales de su cuerpo como son el hambre y la saciedad. Tu bebé desde temprana edad prueba distintos sabores y texturas lo que parece estar relacionado con una alimentación más saludable y variada en su futuro.
- Promoción de la lactancia materna puesto que tu bebé seguirá enganchándose al pecho cuándo y cuánto quiera siguiendo la filosofía de respetar sus señales de hambre, sed y por supuesto saciedad. Se trata de realizar una alimentación activa, donde es el propio bebé el que regula su apetito, y no la alimentación pasiva de las papillas, cucharas y biberones. El BLW se puede realizar en niños no amamantados de igual modo; la leche artificial no es excluyente en ningún caso.
- Promueve y estimula el desarrollo psicomotor de tu bebé favoreciendo la prensión manual al agarrar los trozos de comida, la realización de la pinza en torno a los 9 meses. Del mismo modo mejora la coordinación óculo-manual, la masticación…
- Previene la obesidad ya que la alimentación basada en purés y papillas depende fundamentalmente del cuidador y siempre existe el riesgo de “cebar” a tu bebé con aportes energéticos y proteicos excesivos para su edad y tamaño
- Mejora la transición a alimentación sólida puesto que desde los 6-7 meses han empezado a trabajar la masticación con alimentos de distintos sabores y texturas.
Requisitos antes de empezar el BLW
- Sedestación estable: tu bebé ha de ser capaz de permanecer sentado en la trona sin caerse.
- Que haya desaparecido el reflejo de extrusión. Este reflejo es aquel que observamos en los niños más pequeños al introducirles algo sólido sobre la lengua, ya sea un trozo de comida, un objeto o el propio chupete, estos sacan la lengua inmediatamente en un intento de expulsar todo aquello que pueda provocarles un atragantamiento. Este reflejo suele desaparecer en torno a los 6 meses.
- Que tenga autonomía con sus manos y una adecuada coordinación ojos-mano-boca.
Inconvenientes del BLW
- Existe riesgo que no se alcancen sus necesidades energéticas o que presenten desequilibrios nutricionales y nos encontremos con niños que coman mínimas porciones de verdura y/o fruta y menos aún de proteínas animales con el consiguiente riesgo de anemia ferropénica (anemia por falta de hierro), escasa ganancia de peso o estancamiento en su desarrollo psicomotor.
- Riesgo de atragantamiento. Es un riesgo lógico y con fundamento. De hecho, los padres que practiquen esta modalidad de alimentación convendría que tuvieran nociones básicas de primeros auxilios en caso de atragantamiento.
Se han descrito casos de fallecimiento por atragantamiento en niños alimentados por BLW menores de 3 años al comer los siguientes alimentos: Zanahoria cruda, cacahuete, manzana cruda y salchichas.
Alimentos que debemos evitar por alto riesgo de atragantamiento
- Verduras crudas: Zanahoria, apio, ensalada
- Manzana cruda
- Patatas de bolsa, galletas de arroz o de maíz.
- Frutos secos o frutos desecados (pasas, arándanos)
- Cerezas, uvas, cherry, maíz, guisantes
- Caramelos y cualquier alimento duro que no sean capaces de aplastar con la lengua y el paladar.
Mención especial merecen los bebés prematuros o con alteraciones en su desarrollo psicomotor ya que sus ritmos no son los que encontramos habitualmente en el resto de los niños.
El mejor consejo que os puedo dar es que observes a tu bebé cómo interacciona con la comida, no tengas prisa, respeta su madurez y necesidades y afrontad la hora de comer como algo divertido y relajado.
Dra. Lucía Galán Bertrand
«Lucía, mi pediatra», www.luciamipediatra.com