Alimentación complementaria

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Cómo lidiar con los problemas de alimentación comunes en los bebés y niños pequeños

bebe en silla de comer que mira hacia otro lado cuando le acercan cuchara con comida

Aunque los problemas de alimentación cobran un mayor protagonismo en la adolescencia, los bebés y los niños pequeños no están exentos de los mismos. A continuación, veremos cómo identificarlos, conoceremos las causas más frecuentes que los provocan y presentaremos las mejores herramientas para abordarlos.

Identificación de los signos de problemas de alimentación

Si bien los padres y los cuidadores de los niños suelen tener una dieta tendencia a considerar que sus bebés comen mal, afortunadamente, sólo un pequeño porcentaje tiene un trastorno alimentario que deba preocuparnos.

Aunque la adolescencia es la etapa más delicada, los desórdenes alimentarios se dan cada vez con mayor frecuencia a etapas más tempranas. Estar atento y detectar los signos de alerta lo antes posible será clave para manejar la situación precozmente y mejorar el pronóstico de estas dolencias.

Según la Asociación Española de Pediatría, hasta un 20-30% de niños sanos y un 80% de niños con necesidades especiales sufren algún tipo de problema de alimentación, si bien sólo cumplirán criterios de trastorno de conducta alimentaria entre un 1-5% de los mismos, el resto presentará dificultades leves o interpretaciones familiares erróneas (Castejón Ponce y cols., 2023)

En líneas generales, pueden identificarse signos de ingesta excesiva, de apetito limitado y de miedo a la alimentación. Algunos de los signos de alerta que deben tomarse en consideración son:

Signos de alarma orgánicos posibles:

  • Disfagia (dolor al tragar)
  • Deglución incoordinada (tos, aspiración y neumonías recurrentes)
  • Vómitos, diarreas y sangre en heces
  • Retraso en el desarrollo
  • Síntomas cardiorrespiratorios crónicos
  • Pérdida de peso pronunciada

Signos de alarma conductuales posibles:

  • Fijación por los alimentos
  • Cese brusco de la alimentación tras un suceso desencadenante
  • Desinterés por la comida o rechazo de la misma
  • Alimentación forzada
  • Náuseas anticipatorias al meter el alimento en la boca

Causas comunes de los problemas de alimentación en niños pequeños

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden aparecer como un problema aislado, en el que problemas genéticos, ambientales, conductuales y emocionales estén implicados, o como un trastorno concomitante a una anomalía estructural o a una enfermedad orgánica subyacente.

El reflujo gastroesofágico, la gastroenteritis, la deshidratación y el exceso (obesidad) o el defecto (falta de crecimiento) de comida son los problemas más frecuentes relacionados con la alimentación en los lactantes y los niños pequeños, si bien también pueden estar implicadas, aunque en mucha menor frecuencia, alteraciones anatómicas y/o fisiológicas, como en el caso de la fisura palatina, la parálisis cerebral, etc.

La neofobia (rechazo a alimentos nuevos), la selectividad (típica de los procesos de adaptación) y la disminución fisiológica del apetito (acompañando al descenso en la velocidad de crecimiento del niño) son fenómenos normales y transitorios que no deben confundirse con ningún problema de alimentación

Consejos y estrategias para abordar los problemas de alimentación

En función de qué esté causando el problema de la alimentación, se tomarán unas medidas u otras. En caso de enfermedad orgánica conocida, se intentará el tratamiento etiológico de la misma, mientras que el tratamiento nutricional (consejo y, si fuera necesario, soporte nutricional) y el tratamiento conductual individualizado, tanto del niño como de sus cuidadores, formarán parte de las estrategias terapéuticas del resto de situaciones.

Monitorizar el peso dos veces por semana y realizar un registro de comidas doble, por parte del niño uno y otro por parte de la familia, permitirá obtener información sobre la evolución del trastorno.

Una buena calidad del sueño y el ejercicio físico regular también deberán formar parte de las estrategias para hacer frente a los problemas de la alimentación en los primeros años de vida.

Referencias bibliográficas

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